jueves, 12 de marzo de 2015

Pequeños grandes detalles

Como sé que es de bien nacido ser agradecido, voy a iniciar este texto dando las gracias al Schalke04, si, han leído bien, quiero dar las gracias a este club alemán por haberme inspirado y motivado en la noche de ayer para escribir estas líneas. No voy a hablar de planteamientos, de dibujos tácticos o de resultados, eso se lo dejo a muchos otros que parecen saber infinitamente más que yo (aunque jamás se hayan vestido de corto o hayan dado una patada a un balón, salvo en la videoconsola), yo quiero hablar de algo mucho más sencillo, algo que considero la madre de todas las relaciones, ya sea con uno mismo, con otra persona o con la sociedad, y el fútbol no es ni debe ser ajeno a ello, yo quiero hablar de educación  y respeto.

Serían las 20:15 de la noche cuando el Schalke04 saltaba al césped del Santiago Bernabéu para calentar, minutos después lo haría el equipo local como es tradición en Chamartín, todo normal hasta aquí. Pero no, se estaba produciendo algo que había llamado poderosamente mi atención y que me impactó, los jugadores del Schalke04 acuden a la esquina del fondo donde se agrupan los más de 4.000 seguidores alemanes desplazados y perfectamente alineados y abrazados elevan su mirada hacia arriba, a lo que la afición responde con un cántico (Schalke Null Vier!), los jugadores inmóviles en el césped.  Este simple gesto de los jugadores pudo pasar inadvertido para gran parte de los aficionados pero desde luego no lo hizo para mí, detrás de ese gesto, que por otro lado debería ser obligatorio dentro del código interno de conducta de todos y cada uno de los clubes, no solo hay un ingrediente básico de educación y agradecimiento sino que además se puede respirar respeto, el respeto que unos jugadores representando un club, en este caso de fútbol muestran por sus miles de aficionados, desplazados en masa conducidos por su pasión, conducidos por sus colores, su equipo del alma. Detrás de cada una de esas gargantas hay una historia, detrás de cada una de esas camisetas hay un aficionado, detrás de cada viaje hay mucho esfuerzo como para no tener ese pequeño pero gigante detalle.

Huelga decir que al final del partido la escena se repitió, los jugadores unidos por sus manos y levantándolas al unísono se despedían de los seguidores que no cesaban de cantar.  Qué delicia de imagen para todos los que entendemos este deporte como una pasión, una pasión por y para el aficionado.

No pude evitar albergar una sensación de envidia sana, ojala un día vea esto con mi Real Madrid pensé, y después de lo visto ayer no encontraré una excusa para que no sea así, cuando se gane o cuando se pierda, el respeto por tu afición siempre, pero aún más cuando se desplaza fuera de casa, es sagrado, innegociable, y es que es en este apartado en el que lo que vi ayer cambio mi percepción de este deporte, yo también quiero sentir que soy parte de la camiseta, de su éxito y de su derrota, pero siempre caminando junto con mis jugadores, y no quiero gestos aislados (Gareth Bale no hay partido en el Santiago Bernabéu, al igual que hacia David Beckham en el que no se vaya al centro del campo a aplaudir al respetable). Esto, que debería ser un gesto conjunto me temo estamos muy lejos de verlo con nuestro RM, unos jugadores y un club tan acostumbrados a no tener regla alguna en la relación jugadores – afición. A este respecto la educación del Club se antoja fundamental y creo y soy firme partidario de formar a los futbolistas en la materia, unos por dejadez, otros por incultura y otros simplemente porque no quieren, jamás sabrán lo que significan los pequeños gestos como el de ayer para los aficionados, hay que hacérselo ver, y aquí culpo 100% al club, el madridismo no se compra con insignias, el madridismo quiere y necesita estar cerca de sus jugadores, sentir que somos parte de un proyecto común, se gane o se pierda, el madridismo necesita gestos. Y los jugadores estar preparados y formados para transmitirlos. No será tarea fácil pero merecerá la pena intentarlo,
Después de lo visto esa noche cada día me gusta más la relación que una gran cantidad de clubes de Europa, sobre todo en Alemania e Inglaterra, desarrollan con sus aficionados, y de la que tan lejos estamos aún en España...Señores, sigámonos llenándonos la boca al hablar de nuestra Liga, la mejor del mundo, siento no estar de acuerdo. Permítanme que les diga, la educación y el respeto no entienden de número de equipos vivos en una competición o de la inversión en fichajes o de marketing y grandes nombres, entienden de cuidar al aficionado a través de esos olvidados pequeños grandes detalles, y eso señores es responsabilidad de los Clubes.


Pd: he recuperado una camiseta del Schalke04 que compre en una visita a Gelsenkirchen hace unos años y curiosamente esta es la leyenda que aparece en el cuello “Tausend Freunde die Zusammen Sthen” o lo que en español quiere decir, 1000 amigos que juntos caminan, pues eso, pequeños grandes detalles…Hala Madrid & Vielen Danke Schalke04!


Fdo: Un madridista.


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